
Este pastel de fresas sin hornear es la estrella de los postres veraniegos, conquistando con su estructura de tres capas: una base crujiente de galleta, un relleno cremoso de vainilla y mascarpone, y fresas frescas por encima. Su preparación sencilla sin necesidad de horno lo convierte en el postre ideal para los días calurosos.
La primera vez que preparé este pastel me sorprendió lo fácil que era crear un postre tan elegante. Las capas se complementan perfectamente entre sí, formando un conjunto armonioso que impresiona tanto por su aspecto como por su sabor.
Deliciosa creación por capas
- Base de galleta: El fondo crujiente de galletas con mantequilla forma una base estable y aporta un toque dulce con notas a mantequilla
- Crema de vainilla y mascarpone: Esta capa sedosa y no demasiado dulce conecta la base crujiente con las fresas y da al pastel su textura cremosa
- Fresas con gelatina: Las frutas frescas aportan frescura y dulzura natural, mientras que la gelatina las protege y les da brillo

Preparación detallada
- Creación de la base perfecta
- Coloca las galletas maría en una bolsa hermética y tritúralas con un rodillo o con la base de un vaso pesado hasta obtener migas finas. También puedes triturarlas en la procesadora, pero cuida que las migas no queden demasiado finas. Derrite la mantequilla a fuego lento en una cazuela pequeña o en el microondas. Mezcla bien las migas con la mantequilla derretida en un bol hasta que todas estén humedecidas. Vierte la mezcla en un molde desmontable (26-28 cm de diámetro) y presiona firmemente con el dorso de una cuchara o la base de un vaso para formar una base uniforme. Levanta ligeramente los bordes para evitar que la crema se escape. Refrigera la base durante al menos 15 minutos para que se endurezca.
- Preparación de la capa cremosa de natillas y mascarpone
- En un bol, mezcla el polvo para natillas de vainilla con el azúcar y el azúcar de vainilla. Añade 8 cucharadas de leche fría y mezcla hasta formar una pasta suave para evitar grumos. Hierve el resto de la leche en una cazuela. Cuando rompa a hervir, retírala del fuego y vierte la mezcla de natillas sin dejar de remover. Vuelve a poner la cazuela al fuego y cocina la mezcla durante 1-2 minutos sin parar de remover hasta que espese. Retira la cazuela del fuego y deja que las natillas se enfríen brevemente (unos 5 minutos). Añade el mascarpone y mezcla hasta obtener una crema homogénea. Extiende la crema de vainilla y mascarpone uniformemente sobre la base refrigerada y alisa la superficie.
- Preparación y colocación de las fresas
- Lava bien las fresas bajo el agua corriente y sécalas con papel de cocina. Quita las hojas verdes y corta las fresas por la mitad o en cuartos según su tamaño. Coloca las fresas preparadas de forma decorativa sobre la crema de vainilla, presionándolas ligeramente en la crema aún blanda, pero sin hundirlas completamente. Para un aspecto especialmente atractivo, colócalas superpuestas como tejas o en círculos concéntricos.
- Preparación de la gelatina y acabado
- Prepara la gelatina roja para tarta según las instrucciones del paquete con azúcar y agua fría en una cazuela. Hierve sin dejar de remover hasta que la gelatina se vuelva transparente y espese ligeramente. Vierte con cuidado la gelatina caliente desde el centro del pastel sobre las fresas, asegurándote de que todas las frutas queden cubiertas uniformemente. Si es necesario, presiona ligeramente las fresas para que queden bien cubiertas por la gelatina. Deja que el pastel se enfríe a temperatura ambiente y luego refrigéralo durante al menos 3 horas, idealmente toda la noche, para que todas las capas se asienten.
He notado que este pastel sabe mejor cuando reposa toda la noche en la nevera. Los sabores se mezclan perfectamente y la base de galleta absorbe un poco de la crema sin volverse blanda. Para darle un toque especial, decoro el pastel con algunas fresas enteras justo antes de servir.
Frescura veraniega
Este pastel de fresas sin hornear captura la esencia del verano con su combinación de fresas frescas y relleno cremoso de vainilla y mascarpone. La ligereza del postre lo hace ideal para días calurosos, y el color rojo vibrante de las fresas le da un aspecto festivo que impresiona en cualquier ocasión. Prescindir del horno no solo es práctico en los días calurosos de verano, sino que también preserva la frescura y el aroma de las fresas. Este pastel muestra perfectamente cómo ingredientes simples y de calidad pueden combinarse para crear un postre espectacular.
Sugerencias para servir
Este pastel es perfecto para distintas ocasiones:
- Como broche final de una barbacoa veraniega
- Como estrella en un buffet de brunch o merienda
- Como postre festivo para cumpleaños u otras celebraciones
- Como alternativa refrescante a los pasteles horneados en verano
Posibles variaciones
La receta básica permite muchas adaptaciones creativas:
- Añade ralladura de limón a la crema de vainilla para un toque cítrico
- Espolvorea pistachos o almendras picadas sobre la base de galleta para más textura
- Sustituye las natillas de vainilla por natillas de chocolate para una versión más golosa
- Usa yogur griego en lugar de parte del mascarpone para una versión más ligera

Conservación y duración
El pastel terminado se conserva en la nevera durante 2-3 días, aunque está en su punto óptimo el primer o segundo día. Después, la base de galleta puede ablandarse demasiado. Guarda siempre el pastel refrigerado y cúbrelo con film transparente en el molde desmontable para protegerlo de la sequedad y los olores de la nevera. No se recomienda congelarlo, ya que afectaría a la textura de las frutas y la crema.
Después de preparar este pastel de fresas varias veces, puedo asegurar que es un favorito absoluto que causa gran impresión con mínimo esfuerzo. La combinación de base crujiente, relleno cremoso y fresas frescas resulta simplemente irresistible y trae un trocito de frescura veraniega a cada plato. Ya sea para invitados o como capricho familiar, ¡este pastel nunca decepciona!
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar frutas diferentes?
- Claro, puedes cambiar las fresas por otras frutas como frambuesas, arándanos, una mezcla de bayas o incluso duraznos y nectarinas, que son otra opción deliciosa para el verano.
- → ¿Cuánto tiempo dura en la nevera?
- En la nevera, bien cubierto, se conserva aproximadamente 2 días. Disfrútalo de preferencia el mismo día o al siguiente, porque la base de galleta tiende a ablandarse con el tiempo.
- → ¿Se puede congelar esta tarta?
- No es recomendable congelarla, ya que las fresas y el brillo rojo sueltan mucha agua al descongelarse, lo que afecta la textura. Es mejor prepararla al momento y disfrutarla fresca.
- → ¿Con qué puedo sustituir el mascarpone?
- Si no tienes mascarpone, puedes usar queso quark (el mejor es el doble crema) o una mezcla de queso crema con un poco de nata para montar. Aunque cambia un poco el sabor, sigue siendo una excelente opción.
- → ¿Es necesario usar el brillo rojo?
- No es imprescindible, pero el brillo conserva las fresas, les da un toque brillante y ayuda a mantenerlas en su sitio. También puedes usar una ligera capa de mermelada de fresa o dejarlas al natural.
- → ¿Qué galletas son mejores para la base?
- Las clásicas galletas de mantequilla funcionan perfecto gracias a su sabor suave y su capacidad para compactarse con la mantequilla. También puedes probar con galletas integrales, tipo digestive, o incluso especuladas para un toque diferente.